miércoles, 11 de agosto de 2010

Rebelión del Negro Miguel (Miguel, El Negro) (Negro Miguel) 1.553

En 1.553 estalló en las minas de Buría y su región, la primera rebelión de negros que registra la historia de Venezuela, acaudillada por el Negro Miguel.


En tiempos del gobernador Juan de Villegas Maldonado, a mediados del siglo XVI, se intensifica la necesidad de adquirir mano de obra esclava, pues Damián del Barrio descubre una importante veta de oro en las márgenes del río Buría.

Dice el hermano Nectario María: “...En el lugar de la quebrada llamada Resbaladera existen tierras de aluvión aurífero; y como estaba a unas siete leguas del lugar donde Villegas fundara la ciudad (Nueva Segovia de Barquisimeto), como afirma una declaración, deducimos que fue allí donde se explotaron las primeras minas de Buría en la segunda mitad del año 1.552, y asimismo donde tuvo lugar la sublevación del Negro Miguel. El Real de las minas de Buría, como así se llamaba, poco más o menos al año de la fundación de Nueva Segovia, formaba ya un verdadero pueblo, con buen número de casas y con una población de más de doscientos vecinos...”

El descubrimiento de estas minas causó una gran conmoción entre la población de la ciudad de El Tocuyo (fundada en 1.545) pues así resurgió en sus mentes la idea del antiguo y fabuloso Dorado.

Muchos de los vecinos se organizaron y llevaron sus esclavos, mineros o agricultores, hacia la nueva veta de oro que prometía ser muy rica.

A fines de 1.552 son trasladados allí 80 esclavos negros a fin de dedicarlos al laboreo de las minas, surgiendo así el Real de Minas de San Felipe de Buría.

Entre esos esclavos había uno, oriundo de San Juan de Puerto Rico, que se distinguía por su rebeldía y valor, el Negro Miguel, quien era propiedad de Pedro del Barrio, hijo de Damián del Barrio.

Con un grupo de sus compañeros, Miguel huyó a las montañas a comienzos de 1553 y se las ingenió para asaltar luego el Real de Minas, matando a varios mineros en medio de la oscuridad de la noche.

Desde entonces el Negro Miguel se hizo fuerte en las montañas y su fama crecía día a día: con unas cuantas docenas de indios y negros levantiscos formó un cumbe rodeado de fuertes empalizadas, que pasó a considerar la capital de su reino, pues él mismo se nombró rey y a su mujer, Guiomar, la hizo coronar como reina.

También tenía un pequeño hijo a quien todos reconocían como el príncipe heredero.

Nombró obispo a uno de sus compañeros y formaron una comunidad a imitación de los pueblos de españoles, con sus autoridades y empleados.

El Negro Miguel y sus seguidores se transformaron en un azote para la región y su presencia trastornaba las tareas de explotación de las minas.

En una oportunidad atacó la recién fundada ciudad de Nueva Segovia de Barquisimeto, pero sus pobladores, capitaneados por Diego García de Paredes y Diego Fernández de Serpa, junto con un grupo armado que llegó como refuerzo de la ciudad de El Tocuyo, dirigido por Diego de Losada y Diego de Ortega, defendieron a Barquisimeto matando al Negro Miguel y dispersando al grupo de asaltantes, que se vieron perseguidos y nuevamente reducidos a la esclavitud.

El testimonio del capitán Diego de Ortega, uno de los jefes de las fuerzas de El Tocuyo, quien afirma que fue García de Paredes el que mató al rey Miguel, parece tener la mayor credibilidad, por haber sido Ortega testigo de aquellos sucesos.

PÉREZ MORALES, JESÚS El Negro Miguel, el esclavo rey Caracas: Talleres de Estampados Sardá, 1956


PÉREZ VILA, MANUEL El rebelde Negro Miguel: primer grito contra la esclavitud en Venezuela Barcelona, España: Mario González, (1.981)

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